Aquí vengo a desmontar un mito de los grandes. “Las finanzas son aburridas, carecen de sensibilidad y solo interesan a personas calculadoras” Toma ya juicio.
De los que me siguen desde hace tiempo y los que me conocen, sabrán que soy una persona emocional, sensible e intensa. Años me ha llevado entender y asimilar que esa soy yo. Abrazar, cuidar y escuchar mis necesidades me ha supuesto mucho tiempo de introspección y de autoconocimiento que, por supuesto, continúa a día de hoy.
Integrar la parte racional y analítica con la más emocional ha sido el gran reto de los últimos años. Por eso, puedo decirte, que si, ambas pueden ir de la mano, la acción puede acompañar a la reflexión, la planificación puede vivir con la improvisación, y la rentabilidad crece cuando se fundamenta en valores. Ese es el equilibrio, el gran desafío al que nos enfrentamos todos.
Desde mi punto de vista, solo cuando entendemos esto, y te llenas de silencio, de paciencia y perseverancia puedes empezar a ver verdaderos resultados en tu vida en todos los niveles, y por supuesto, el área financiera es una de ellas. Elaborar un plan alineado con tus valores, pensar qué es lo que necesitas y a donde quieres llegar es fundamental para que puedas conseguir lo que anhelas con éxito. Pensar con claridad requiere tiempo y esfuerzo y una dosis de coraje.
Para poder invertir tu dinero, y que tengas éxito de forma sostenible en el tiempo, tienes que tener visión de largo plazo, y el largo plazo solo se consigue paso a paso, día a día, con pequeñas metas para conseguir el objetivo (esa es una de mis hojas favoritas de mi excel jajajajja).
No hay que obsesionarse con llegar a él, pero si dejarnos guiar por la ilusión que nos daría conseguirlo. El objetivo, nos ayudará a tomar las decisiones correctas para conseguirlo, será como el eje cuando lo de fuera se tambalee y pierdas las fuerzas. Tener tu plan, hará que tus pensamientos, tus acciones y tus decisiones vayan en la misma dirección y que la coherencia reine en tu vida, y creo que la vida se trata de eso, de buscar la mayor coherencia con uno mismo, con libertad y sin perjudicar a nadie.
Este post quiero dedicarlo a las maravillosas y sabias mujeres que han sido mis faros en muchos momentos, a mis amigas psicólogas María, Nidia, Natalia y a mi terapeuta Roberta de las que tanto he aprendido y sigo aprendiendo, y tanto amor del bueno les tengo que agradecer.
¿Qué cualidad crees que debes trabajar para mejorar tus finanzas? ¡Te leo!